04 enero, 2010

EL MAESTRO

Un aspecto de la cultura de los Samuráis que merece destaque es su relación de devoción al maestro. Con relación al valor marcial samurái, hay mayor mérito al morir por su maestro que al derrotar a su enemigo.

Todas las mañanas, el Samurái debía reverenciar primero a su maestro y a sus padres y, entonces, las divinidades protectoras y los budas guardianes. Pero si colocase apenas a su maestro como primero en importancia, sus padres se regocijarían, y los dioses y los budas darían su consentimiento. Para un guerrero no existe nada más allá del pensamiento en su maestro. Si esa actitud existe en su interior, será siempre fiel a su maestro y no se alejará de él ni al menos por un momento.

Si tuviésemos que definir en pocas palabras lo que es ser un samurái, la base de todo sería la devoción total del cuerpo y del alma al maestro. Y además, lo que podría ser hecho sería disponerse internamente con inteligencia, humanidad y coraje[1] (Hagakure).



[1] Esas son las Tres Virtudes Universales del Confucianismo.

Mochizuki Takeshi Sensei

Shinto Ryu Budo Tameshigiri